Él siempre tenía muy presente a Dios sobre todas las cosas, de ahí que muchos de sus hermosos poemas son dedicados a ese gran ser divino.
Las olas rompiendo
a solas los ricos peñascos,
murmuran a Dios.
El agua ante los peces,
los pájaros ufanos
cantan tu nombre santo.
Así haz enriquecer tu mente tierna
y enriquecer el espíritu
que Dios te ha dado,
para te que conduzcas como él ha deseado.
E.M.S
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